Preparación de comidas y planificación de la dieta.
Una alimentación correcta y unos buenos hábitos adaptados a las posibilidades de las personas mayores contribuyen a su bienestar físico y emocional, aumentando su calidad de vida. La promoción de buenos hábitos alimentarios es un excelente instrumento para prevenir enfermedades, mejorar la salud de la población y disfrutar del placer de comer bien.
Para conseguir una dieta saludable, variada y equilibrada, nuestro menú incluye todo tipo de alimentos, hay que comer de todo, desde hidratos de carbono, grasas y proteínas hasta vitaminas y minerales.
No hay alimentos prohibidos en estas edades, únicamente, puede haber restricciones o adaptaciones en función de si la persona presenta alguna limitación nutricional (alergias, intolerancias, problemas de deglución…), patología crónica (diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia…).
En estos casos buscamos platos adaptados. Por ejemplo, en el caso de una persona hipertensa o con alguna afección cardíaca se deberán escoger platos sin sal así como adaptar el contenido de azúcares e hidratos de carbono en general en las personas diabéticas.